jueves, 20 de febrero de 2014

SONETOS


Mi ojo y mi corazón a muerte están en guerra
por cómo de tu vista el campo se reparte:
mi ojo a mi corazón tu imagen ya le cierra;
el corazón al ojo, el derecho a mirarte.

Mi corazón arguye que él te tiene dentro,
alcoba nunca por pupila penetrada;
mas el otro a razones le sale al encuentro,
y alega que tu forma en él está pintada.

A dirimir el pleito se erigió un jurado
de pensamientos -todos del alma aparceros-,
y por su veredicto se han determinado

de ojo claro y de dulce corazón los fueros,
así: a mi ojo tu exterior le corresponde,
y al corazón la parte en que el amor se esconde.


 
William Shakespeare
Inglaterra, 1564

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