-Los errores son siempre iniciales.
-Llega un día en el que sólo sentimos hacia quien nos ha perseguido indiferencia, cansancio por su estupidez y, entonces, perdonamos.
-Las únicas mujeres con las cuales vale la pena casarse son aquellas en las que uno no puede confiar para casarse,
-Se deja de ser jóvenes cuando se comprende que decir un dolor no altera la situación,
-El verdadero fracasado no es el que no tiene éxito en las grandes cosas, sino en las pequeñas. No llegar a construirse una casa, no conservar a un amigo, no contentar a una mujer, no ganarse la vida como todo el mundo. Ese es el fracasado más triste.
-A los pequeños grandes hombres les llega siempre un momento en el que le hacen pagar su grandeza diciéndole: "Eres grande y justamente por eso no me arriesgo a confiarte mi vida".
-Un hombre no añora por amor a quien lo ha traicionado, sino por el envilecimiento de no haber merecido confianza.
-Para poseer algo o a alguien, es preciso no abandonarse a él, no perder la cabeza, en pluma. seguir siendo superior. Pero es ley de vida que se goza sólo aquello a lo que nos abandonamos, Sí que fueron listos los inventores del amor de Dios: no existe otra cosa que a la vez pueda poseerse y gozarse.
-Y, sobre todo, recuérde, que hacer poesías es como hacer el amor: nunca se sabrá si la propia alegría es compartida
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