Coged las rosas del jardín callado,
golondrinas que dais en mi ventana.
Coged las rosas del jardín; mañana
espíritu de aquí se habrá marchado.
Venid, oh vespertinas golondrinas;
quitadles las espinas a las rosas,
ponedlas en mis sienes... Son divinas,
pues saben los dolores de las cosas.
Ya mañana me voy por el oriente,
hecha ceniza mi materia vana,
cuando vosotras a la tierra ardiente.
¡Ponedme rosas en la sien, mañana!
¡Ponedme rosas del jardín riente,
golondrinas que dais en mi ventana!
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